El vacío de nuestros bolsillos rotos está lleno de esperanza y de solidaridad y nuestros pechos inflados y latiendo por el romance que compartimos con la libertad. Nuestros pies bien fijos en la tierra y la mirada clavada en una nueva sociedad. Alzando con orgullo nuestra bandera negra, sembrando las semillas para un cambio social. Nuestros sueños son como las estrellas, lejanos y a veces imposibles de alcanzar, nuestros sueños son como las estrellas que nos abren el camino hacia una nueva sociedad. El quehacer libertario de nuestro día a día, reflejo de la futura sociedad horizontal. La acracia nuestro fin, la autogestión nuestra vía, el amor rompiendo las cadenas de la autoridad. Hay quienes se conforman con ser aves enjauladas y regalan sus tristes cantos a la libertad, los de corazones rojinegros no nos conformamos y hacemos esa poesía con nuestro volar.
Hasta que los oxidados engranajes dejen de crujir, Hasta que las horas del reloj nos dejen de contar, Hasta que desaparezca de nuestras mentes la necesidad de producir, Y festejemos en lo cotidiano la pasión de crear…¿De qué sirve este enredoso aire, si no puedo respirar?Si no luchas por nada… ¿De qué sirve soñar? ¿Para qué quiero un mundo carente de fantasía? ¿De qué sirve la vida, si vives para servir? Prefiero estar consciente aún cuando duela. Prefiero que la muerte me sorprenda de pie. Construyendo un mundo nuevo que quizás nunca vea. Me iré feliz sabiendo que mis sueños nunca abandoné.
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